Cultivo de cannabis según tipo, clima y hábitat

Para aquellos que desean cultivar cannabis al aire libre, es de suma importancia considerar el clima local. Cuando uno compra semillas de cannabis en cualquier tienda, es imposible que el vendedor determine cuáles son exactamente las variedades adecuadas para tu localidad, a no ser que te de indicaciones muy generales. Por ello, siempre es recomendable comprar variedades procedentes de un banco de semillas que se encargue de especificar información detallada sobre el clima.

De este modo, determinar la variedad correcta para el hábitat en el que vives, depende de varios factores tales como la temperatura, las tasas de precipitación, el viento y el promedio de horas de sol durante la temporada de cultivo.

Elegir la variedad correcta

Una vez el cultivador tenga toda la información disponible, deberá decidir entonces  la variedad a cultivar. No desistáis, ya que esto puede llegar a significar incluso años de ensayo y error hasta encontrar la variedad perfecta, pero para muchos vale la pena ya que, al final, podrán centrarse en las variedad más “seguras” y que mejor resultados les darán. Ser un experto desde el principio, no es una condición  sine qua non para obtener una cosecha exquisita.

¿Qué elegir?. Regulares, feminizadas o autoflorecientes

Son muchos los que se preguntan qué motivo hay para que los jardineros se decanten por un tipo u otro. Por todos es sabido que las semillas regulares tienen una fiel legión de seguidores. Podría decirse que los que las eligen conforman el sector más purista dentro de los cultivadores de cannabis. Por lo contrario,  muchísima gente tiene ciertas reservas a la hora de elegir semillas regulares, por los  problemas de polinización que puedan presentarse y optan por el camino fácil de las autoflorecientes o las feminizadas. Entonces, ¿qué es mejor?  Eso queda a elección de cada uno.

Regulares

Si optáis por las semillas de marihuana regulares, debéis tener en cuenta algunos factores importantes. Las semillas regulares se crían a partir de una planta parental macho y una planta hembra, por lo que pueden producir tanto plantas macho como plantas hembra.  Cuando el jardinero se decide y elige cultivar semillas regulares, no tiene ninguna forma de saber si éstas acaecerán en plantas macho o hembra. Lo único que puede hacer el cultivador es esperar pacientemente a que la planta florezca y, una vez lo haga, distinguir si se trata de una u otra.

Este tedioso proceso de identificación entre machos y hembras, es lo que hace que algunos cultivadores acaben decidiéndose por variedades feminizadas o autoflorecientes.

Feminizadas

Las semillas feminizadas son, exactamente, lo que su nombre indica. Son semillas criadas de manera que no contengan cromosomas masculinos (XY).

Esto no es tan simple como parece, sino que se llega a él después de un programa de reproducción complicado y que consta de diversas fases de pruebas que pueden durar años.

Así, el cultivador que decide plantar feminizadas, tiene casi la total garantía de que las plantas que obtendrá serán siempre plantas hembra.

Autoflorecientes

Hablar de semillas autoflorecientes es lo mismo que hablar de la forma más fácil de cultivar cannabis. Estas semillas (que también son feminizadas) permiten al cultivador obtener cosechas gratificantes y de buena calidad sin tener que, ni retirar los machos ni hacer cambios en el ciclo de luz. Más sencillo, imposible.

Variedades para climas fríos o climas cálidos

Zonas Climáticas. Fuente: Comisión Europea

Muchas de las variedades adaptadas a climas más fríos vienen de variedades Indica originarias del norte de la India, Pakistán y Nepal que han evolucionado para tener éxito en climas montañosos. El motivo es que, en este tipo de climas suelen aparecer muchas  variaciones en la temperatura y en las precipitaciones durante todo el año. Por ello, estas resistentes variedades son capaces de soportar tanto el viento, como la lluvia  e incluso las heladas.

Si el jardinero vive inmerso en un clima más favorable o, si más no, no tan extremo, podrá ser un poco más flexible en sus decisiones. El clima ideal para muchas variedades es, sin lugar a dudas,  el Mediterráneo que permite cultivar un sinfín de variedades diferentes.

Por otro lado, en los climas cálidos, secos y con poco viento, las variedades de tipo afgano, del norte de África y de Asia Central a menudo florecerán sin problemas. También tendrán éxito ciertas variedades de América del Sur. Por otro lado, en climas que son cálidos, pero húmedos, se recomiendan variedades que incluyan hawaiana, tailandesa, brasileña o de la zona costera africana.

A grosso modo, es importante saber que el cannabis generalmente prefiere las temperaturas por debajo de los 30° C, aunque algunas variedades pueden tolerar unos grados más. Si crece en temperaturas superiores a los 30° C, puede ser aconsejable buscar un sitio que proporcione algo de sombra a tus preciadas plantas.

En resumen, como en todo, para gustos hay colores y, en el mundo del cannabis, sucede lo mismo. Por ello y aunque la elección de las semillas de marihuana es casi el paso más importante del proceso de cultivo, lo realmente primordial es ¡disfrutar al máximo!.

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