El punto de partida: Mantequilla de marihuana

La mantequilla de marihuana es la base de todo cocinero alegre. Una vez asimilado este paso, podremos cocinar un seguido de postres o más recetas tradicionales, pero dándole todo el sabor y las propiedades del cannabis.

La elaboración de mantequilla de marihuana es la opción ideal para aquellas personas no fumadoras que también quieren beneficiarse de las cualidades de la marihuana medicinal. Al mismo tiempo, es otra opción para aquellos que ya disfrutan con su humo, pues ingerirla es otra vía de experimentación no menos psicodélica.

Antes que nada, debemos advertir que la marihuana ingerida tiene un poder psicoactivo bastante mayor que al consumirla fumada o vaporizada, por dos causas:

  • Al fumarla aprovechamos sólo un 40 % de la materia verde, ya que el resto se convierte en humo y se volatiliza. Si nos la comemos aprovechamos el 100% de la marihuana.
  • Porque el THC a su paso por los riñones sufre una transformación que incrementa fuertemente su potencial psicodélico. Es por ello que tenemos que tener mucho cuidado con las dosis.

Para contrarrestar el potencial del cannabis ingerido, elaboraremos la mantequilla con los restos más rancios de la cosecha de marihuana, pequeñas hojas resinosas e incluso hojas grandes (menos recomendables).

Consumir cannabis ingerido, además, proporciona cierta estabilidad. Esto es debido a que al usuario le es más fácil conocer la dosis ideal, y basta con saciar esa misma dosis cada día al ingerir la porción de marihuana. Al fumarla o vaporizarla, es más complicado conseguir la estabilidad del consumidor.

Efectos de la mantequilla de marihuana

Es muy importante saber que una vez hecha la marihuana debemos tener mucho cuidado cuando la probemos. Aconsejamos empezar probando una cantidad pequeña, y poco a poco ir aumentado la dosis hasta que alcancemos las cantidad adecuada que cure las dolencias.

Para los que la tomen por primera vez, el cannabis ingerido tarda entre media hora y una hora en hacer efecto, por lo que se recomienda esperar como mínimo este tiempo antes de aumentar la dosis.

Antes de empezar…

Te recomendamos que antes de ponerte manos a la obra, organices bien tu espacio y prepares el material que vas a necesitar:

  • Cazo
  • Colador
  • Recipiente para dejar enfriar la mantequilla elaborada.
  • Bote hermético; fiambrera,…

Ingredientes:

  • Medio litro de agua
  • 250 gramos de mantequilla (NO margarina)
  • 30/50 gramos de restos de hojas resinosas y algun pequeño cogollo (si utilizamos buenos cogollos debemos reducirlo a 1/4 parte).

La porción de marihuana por gramo de mantequilla es un cálculo orientativo. Hemos de tener en cuenta que cada tipo de marihuana tiene diferente cantidad de THC, por lo que si crees que siguiendo estos pasos no has obtenido el resultado que esperabas (ya sea para más o para menos) te animamos a que lo intentes de nuevo. Prueba a tantear un poco con las proporciones, pero ¡recuerda los efectos! Haznos saber qué cambios has realizado, y cuéntanos tu aventura: nosotros también nos queremos reír.

La receta

En primer lugar, recomendamos triturar la marihuana para favorecer la disolución de la resina en la grasa de la mantequilla.

Ponemos a hervir el agua en el cazo, y cuando esté hirviendo añadimos la marihuana triturada. Recomendamos cambiar el agua con la que estemos hirviendo la marihuana como mínimo una vez, pues este procedimiento limpia las hojas de la clorofila y acentúa su gusto. A continuación añadimos la mantequilla al cazo. Durante este proceso, el THC del cannabis se mezcla con el agua y la mantequilla.

Dejamos reposar la mezcla a fuego lento durante media hora, sin que llegue a hervir fervorosamente, y removemos de vez en cuando. Ten en cuanta que cuanto más hierva, más THC va a absorber el agua. Seguidamente, colamos la mezcla para desechar los restos vegetales.

Clica aquí para ver un vídeo del proceso paso a paso, esperemos que te ayude.

Vertemos el líquido restante en el recipiente y lo guardamos en la nevera durante varias horas (no menos de 6 horas, o hasta que se solidifique). Vemos que la mantequilla queda por encima del agua, debido a que la mantequilla tiene menor densidad. Separamos la mantequilla de marihuana del agua con la ayuda de un colador, y la guardamos en un bote hermético para ponerla de nuevo en la nevera. ¡Listo!

Ahora, prueba a untar un poco de la mantequilla en una tostada, o prepara un bizcocho con ella. Pero sobre todo, ¡cuéntanos tu experiencia!

¡Salud y buenos humos!